sábado, 5 de febrero de 2011

Nada que perder/Nada que ganar


"Oh, well/Whatever/Nevermind..."



No tengo muchas cosas por decir últimamente. Mucho menos, esas cosas que podría decir, si es que acaso las digo, son importantes. Tiene mucho tiempo que no me acerco al blog y que realmente no quiero hacerlo. No quiero hacerlo por cantidad de cosas, que como ya he dicho, son asunto baladí. Pero quiero hacerlo, quiero forzarme un poco e intentar escribir "algo".

De ese "algo" que quisiera yo escribir no tengo la más mínima idea de qué "es". "Es" (en tanto que tal vez, y sólo tal vez, tiene que llegar a ser) lo que me he estado guardando por un tiempo. Por largo tiempo. He querido dejar atrás la escritura en verso, dado que, si bien, siento que soy más libre al escribir en dicha forma, es por la facilidad y la práctica a la que llegué en cierto punto. Si quiero dejar atrás dicho tipo, modo o forma de escribir es dado a lo limitado que "es" para mí y por mí; vamos, que no sale de un par de campos semánticos, temas, tópicos, motivos y lugares comunes que me molestan en este punto de mi vida.

(¿Acaso no estoy volviendo a lo mismo?

La práctica de lo mismo siempre será reconfortante para una entidad que está acostumbrada a la monotonía, a la costumbre, a la permanencia de los elementos que lo constituyen. Mas esos elementos que lo constituyen siempre estaran en constante cambio de lugar o situación; se moveran de atrás para adelante, de arriba hacia abajo, hacia el exterior. Y las modificaciones también serán de tono, de peso, de volumen, de sustancia, etc. ¿Yo qué sé? Sólo estoy escribiendo al respecto de por qué escribo ésto. Necesito justificarme para después no arrepentirme de mi mismo y siempre decirme: te lo dije, siempre te lo dije y tú lo has dicho, lo dijiste hace mucho tiempo y por eso te lo recuerdo.

A final de cuentas: No hay nada que perder/No hay nada que ganar.

Fin del comunicado.

Esperemos que las cosas vayan bien.

¡Vale!

(La Nuit)